El impacto que Radio Voz de Dios espera tener en los oyentes es profundo y transformador. Nuestro mayor deseo es que nuestra emisora ​​sea un faro de luz en medio de la oscuridad, un refugio en tiempos difíciles y una fuente de inspiración para quienes buscan respuestas y consuelo.

Esperamos que, a través de nuestros programas, los oyentes experimenten un encuentro personal con Dios, fortalezcan su fe y encuentren la paz que solo Él puede dar. Que cada palabra, cada canción y cada mensaje transmitido les recuerde que no están solos, que hay un propósito divino para sus vidas y que el amor de Dios es incondicional.

Además, anhelamos que Radio Voz de Dios sea un instrumento para sanar heridas, restaurar relaciones y devolver la esperanza a quienes la han perdido. Que nuestros oyentes sientan el poder transformador del evangelio en sus corazones y que esto los inspire a vivir vidas llenas de propósito, amor y servicio al prójimo.

También esperamos que nuestra emisora ​​fomente la unidad en la comunidad cristiana, que sea un espacio donde se promueva el respeto, la tolerancia y el amor al prójimo. Que inspire a las personas a ser agentes de cambio en sus familias, comunidades y sociedades, llevando el mensaje de Cristo con acciones concretas.

En definitiva, nuestro mayor deseo es que Radio Voz de Dios deje una huella imborrable en la vida de cada oyente, que sea recordada como una herramienta que les acercó a Dios y les ayudó a descubrir su verdadera identidad en Él. Que muchas vidas sean transformadas a través de esta emisora ​​y que el reino de Dios se extienda cada vez más.